Huellas pequeñitas en nieve de julio...

vendredi 28 novembre 2008

Como una infección gris


Recuerdo un viento caliente y bajo, un cielo hinchado como una infección gris, las chumberas pálidas apenas verdeantes, y la tierra toda que venía desde lo alto, desde las crestas de las montañas donde los bosques de robles y de hayas habitados por los carboneros, para abrirse en el valle, con el pueblo, y precipitándose por el declive, detrás de nuestra casa, hasta el mar. Y recuerdo la tierra cobriza del declive escalonado por los muros de contención: las piedras blanqueando como enormes denturas, una sobre otra, abiertas sobre el mar que allá abajo se rizaba.

Ana María Matute, Primera memoria

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